La formación deberá ser una constante en este 2019, para apuntalar la evolución y el crecimiento de las pymes en la nueva era. Además, esta formación permanente deberá poner el foco en la adquisición y el afianzamiento de nuevas habilidades digitales.
En este sentido, Datisa, empresa española especializada en el diseño, desarrollo y comercialización de soluciones ERP para pymes, apunta que será la formación y la inversión en más talento digital la fórmula sobre la que deberán trabajar las pequeñas y medianas empresas, que quieran agilizar su transición hacia el entorno y el contexto socio económico digital.
En palabras de Marta Romero, Responsable de Recursos Humanos de Datisa, “la formación continua y el fomento de la autonomía a la hora de solicitar y realizar dicha formación, se convierte en un plus para empleados y candidatos, permitiéndoles crecer profesionalmente; y para la empresa viendo incentivada la motivación, el rendimiento y el compromiso de sus equipos”.
La capacitación digital es ya uno de los principales desafíos a los que se enfrentan las pymes, más aún si hablamos de organizaciones con demandas de perfiles particularmente técnicos, en donde la oferta triplica en algunos casos a la demanda. Por lo que, como dice Marta Romero,“más allá de la dificultad para cubrir determinados puestos técnicos -programadores, desarrolladores, analistas…-, lo cierto es que las pymes deberán poner el foco en proponer formación permanente a la plantilla, formación que permita a las personas crecer como profesionales y ofrecer el máximo de su potencial a la organización”.
Por eso, cuando se habla de transformación digital parece que todo el mundo tiene claro que la tecnología es importante, pero que las personas son quizá más relevantes aún, porque como explica Marta Romero, “de nada sirve hacer el esfuerzo de invertir recursos en la implementación de tecnología de última generación, si las personas que deberán utilizar esos aplicativos no están preparadas para hacerlo”.
Sin embargo, todavía son muchas las pequeñas y medianas empresas que confían en la “habilidad natural” de los usuarios para utilizar la tecnología, en su “intuición” para utilizar funciones más allá de las estrictamente necesarias para el desempeño de sus tareas o en la prestación de un servicio.
No hay estandarizado un plan de formación que ayude a las pequeñas y medianas empresas a mejorar las habilidades digitales de sus equipos, en la mayoría de los casos, explica Romero, “se trata de acciones aisladas o reactivas. Son pocas las organizaciones que apuestan por planes de formación proactivos y que pongan el foco en dotar de una mayor capacitación a su talento. Esto es, sin duda, un gravísimo error, ya que, en lugar de adelantarse a las necesidades, que en muchos casos son previsibles, se van poniendo ‘parches’ para afrontar situaciones cada vez más complicadas, teniendo en cuenta la velocidad a la que se suceden los acontecimientos”.