La cadena de restaurantes Brasayleña (https://brasaylena.com/) cerró el ejercicio 2018 con 27 locales, dos más que los existentes a comienzos de año, un incremento del 10% en las ventas, al facturar 25 millones de euros, y una inversión en la compañía de dos millones de euros.
La enseña, que factura de media un millón de euros por local, está centrada ahora en el cumplimiento de su plan estratégico a tres años vista, cuyo objetivo es alcanzar las 40 unidades y consolidar su liderazgo en el segmento de restauración brasileña, todo ello con especial interés en las comunidades de Valencia y Andalucía.
A su vez, en 2018 la compañía ha reforzado la operativa de su italian rodizio Ícona, la segunda marca de restauración del Grupo, que reproduce el éxito vivido con la marca Brasayleña en sus comienzos y está definiendo las bases de lo que será la expansión de este Grupo español de restauración.
El Grupo cuenta con el respaldo y experiencia de una familia ligada a la industria cárnica desde hace más de 40 años. Una trayectoria que le ha servido para dirigir este proyecto y atender a los 1,5 millones de clientes, que consumieron más de un millón de kilos de carne en sus establecimientos.
Hasta el momento, Pedro López Mena, Fundador y CEO de la compañía, cuenta con el 65% de los establecimientos de la cadena, y el resto de ubicaciones son franquiciadas.
La inversión realizada en los últimos años es de en torno a 15 millones de euros. Su facturación anual en 2018 ha sido de 25 millones de euros, con un Ebitda cercano al 19% y una rentabilidad superior al 50% anual en sus unidades propias.
Otro dato de interés es el hecho de que la media de establecimientos por franquiciado es de dos unidades. Este hecho significa que los inversores en la cadena han recuperado su inversión en pocos años y han visto interesante poner en marcha un nuevo establecimiento con el mismo Grupo.