La cadena Brasayleña, fundada en Madrid en 2008 por el empresario Pedro López Mena, ha diseñado un plan de apoyo para sus franquiciados, como medida paliativa a los efectos que el covid-19 tiene sobre el sector de la restauración en nuestro país.
Entre las medidas implantadas cabe destacar la adaptación de las tasas de royalties establecidas por la enseña, bonificando al 100% de dichas tasas, hasta que la situación de mercado se regularice e implantando facilidades para su pago en cuotas escalonadas a futuro.
Además, la enseña ha desarrollado un plan de ahorro en capex, con sistemas de financiación a medida y nuevos acuerdos con proveedores para cada nuevo franquiciado y mejorar el rendimiento de sus activos fijos, que repercutan de manera directa en el incremento de beneficios.
“Una estrategia elaborada para cubrir las necesidades de las distintas áreas de actividad de la empresa en estos momentos, que sus responsables han completado con otra serie de acciones dirigidas a generar una mayor rentabilidad de cada una de las unidades operativas y ofreciendo a su red de franquiciados planes estratégicos que se adapten a la nueva situación de mercado”, comenta Emilio Lefort, Director de Expansión, Franquicias y RRII.
Se trata de un plan global que ya está en funcionamiento en todos los establecimientos de la cadena y que la empresa está definiendo paulatinamente, en función de las circunstancias específicas de cada uno de sus asociados. Del mismo modo, también se beneficiarán de estas condiciones especiales los próximos franquiciados que entren a formar parte de la compañía.
El equipo de Brasayleña al completo lleva semanas trabajando en este nuevo procedimiento, para hacer frente a las consecuencias derivadas de la pandemia y adaptar al contexto actual el soporte que habitualmente presta a la red.