La empresa especializada en la compraventa de artículos de segunda mano con opción de recuperación comienza su expansión nacional a través del sistema de franquicias, mediante el que espera abrir ocho tiendas en España a medio plazo.
La enseña da este paso con el respaldo de una unidad propia que tiene operativa en Gijón, desde la que ha consolidado su modelo de negocio, gracias a la experiencia de un equipo directivo con una dilatada trayectoria empresarial.
La actividad de la marca se basa en la compraventa de cientos de artículos, todos ellos minuciosamente revisados y en perfectas condiciones de funcionamiento para su venta y que, además, cuentan con un año de garantía. De este modo, la firma ha logrado configurar una amplia oferta, que abarca desde coleccionables, hasta artículos para bebé, consolas y juegos, decoración, deporte, foto y vídeo, herramientas, hogar, imagen, informática, música, relojería y joyería e incluso telefonía.
La inversión necesaria para poner en funcionamiento una tienda franquiciada de esta cadena es de 23.500 euros para locales con una superficie mínima de 170 metros cuadrados, ubicados en poblaciones con más de 30.000 habitantes.