Cervecería La Toná, franquicia de restauración especializada en cocina andaluza, incorpora la filosofía fair cost al mercado español, una nueva corriente que la enseña ha desarrollado a través de su modelo de negocio.
Según los responsables del Grupo Food&Dinks SG, propietarios de la marca hostelera, «a veces pagar menos no siempre es lo mejor y más teniendo en cuenta que el consumidor cada vez percibe una calidad más baja en todo lo que conmuta a precios muy bajos». De este modo, la tendencia es que el éxito de los negocios low cost está disminuyendo y el cliente empieza a ser consciente de una verdad irrefutable: lo muy barato sale caro, originando un nuevo comportamiento enfocado a la búsqueda de precios asequibles, pero directamente proporcionales a la calidad global del producto o servicio.
Las prioridades de los consumidores están cambiando y ahora valoran particularidades que durante la crisis no importaban tanto, tales como la procedencia de los productos, la elaboración, el servicio… llegando a la conclusión de que no es posible ofrecer productos de calidad, con buena imagen y buen servicio, a precios muy bajos. Así, «la solución para los negocios low cost que quieren sobrevivir a este cambio en la tendencia del consumo, y ser sostenibles en el tiempo, es salir de este modelo mejorando la relación calidad-precio».
La compañía, que cuenta con siete establecimientos operativos en la Comunidad de Madrid, ha diseñado un ambicioso plan de expansión a través del sistema de franquicias, mediante el que abrirán nuevos establecimientos en los próximos meses, para los que generarán más de 200 nuevos puestos de trabajo.
La inversión necesaria para poner en funcionamiento esta franquicia es de 850 euros/metro cuadrado, con un mínimo de 130 metros cuadrados, en poblaciones con más de 50.000 habitantes.