Las empresas que se destacan en velocidad son más proclives al éxito y tienen más probabilidad de convertirse en líderes frente a la competencia. Las pymes que apuestan por su transformación digital buscan impulsar procesos más ágiles y rápidos en la toma de decisiones; un enfoque orientado siempre al cliente y una manera de iterar en la que prime la calidad del dato, frente a la intuición o la improvisación.
En este sentido, desde Datisa, uno de los principales desarrolladores de software de gestión empresarial para pymes en España, se apunta a la consistencia de la información, la facilidad para acceder a ella y la posibilidad de integrar unos datos con otros, como algunos de los elementos clave para proporcionar esos niveles de velocidad que demandan las empresas en la era digital. “La idea es que las organizaciones puedan apoyar la toma de decisiones y la ejecución de sus tareas sobre procesos y activos -datos- correctos, para escalar la operativa en todas las áreas de la compañía sobre las que impacte una decisión concreta”.
En este sentido, la velocidad tiene una consecuencia directa sobre la toma de decisiones -que será más rápida-, sobre la ejecución de los planes definidos y sobre la agilidad de la operativa interna. Todo ello repercutirá en la experiencia del cliente y en sus niveles de satisfacción. Las compañías que son, de verdad, ágiles, toman decisiones basadas en información veraz y actual. Son compañías flexibles, capaces de responder con seguridad y consistencia a los cambios, incluso, capaces de impulsar las variaciones que consideren oportunas en cada momento.
Isabel Pomar, CEO de Datisa, dice que “las pymes deben aceptar el riesgo de los errores. Equivocarse es posible, incluso aceptable. Lo importante es equivocarse pronto y hacerlo en un entorno controlado y disponer de la flexibilidad y la información necesarias, como para cambiar el rumbo en cualquier momento. Para eso, es importante poder planificar y evaluar. Analizar dónde se produjeron las desviaciones de lo establecido y proponer medidas correctivas o evolutivas para redirigir los resultados a los objetivos previstos”.
La tecnología desempeña un papel estratégico para que las empresas puedan alcanzar la velocidad que demandan los nuevos entornos digitales en la toma de decisiones y en la ejecución de los procesos y funciones. En este sentido, los sistemas de gestión de recursos empresariales –ERP– primero empoderan a las personas, al dotarles de soluciones avanzadas que permiten eliminar tareas repetitivas y de escaso valor y proporcionándoles la información que necesitan, en el momento en el que la necesitan. Y, segundo, ayudan a descubrir tendencias y patrones, por lo que establecer estrategias y tomar decisiones será también más sencillo y seguro.
Por otro lado, los ERP son aplicativos que dan soporte a una gestión mucho más transparente y colaborativa, ya que permiten compartir información e integrar diferentes soluciones complementarias para responder a cualquier requerimiento desde unas áreas u otras. Estos sistemas facilitan la reasignación de los recursos hacia iniciativas, procesos y entornos de mayor crecimiento o con demandas específicas, puesto que, al automatizar determinadas tareas, se liberan recursos que pueden aportar más y mejor valor en otras áreas.
En todo caso, desde Datisa recomiendan a las pequeñas y medianas empresas que quieran liderar el cambio que:
- Identifiquen su posición frente a la competencia y analicen dónde pueden imprimir una mayor velocidad como elemento diferencial.
- Apuesten por la experimentación y la flexibilidad frente a los cambios, los impuestos por el mercado y los generados internamente.
- Impriman rapidez, automatizando o digitalizando procesos y operativa.