Para entender por qué el 75% de las pymes desaparecen antes de cumplir los tres años, es importante identificar qué frena o paraliza su crecimiento.
Pero, no solo las empresas recién creadas son las que están en riesgo. Hay otras muchas organizaciones que encuentran serias dificultades para impulsar su crecimiento orgánico y sostenido en el tiempo. En muchos casos, tanto las empresas recién creadas, como las más veteranas, se topan con las mismas dificultades. Frenos que en Datisa, uno de los principales desarrolladores de software de gestión empresarial para pymes en España, resumen en los siguientes puntos:
1. Falta de cultura empresarial. Es un problema que se repite con demasiada frecuencia en el ecosistema pyme. Poca definición y cohesión del conjunto de normas, valores, procesos y formas de hacer las cosas que facilite la visión conjunta del negocio. Y su crecimiento a medio y largo plazo. La falta de cultura empresarial se acusa, especialmente, en el entorno del cliente. Un entorno en el que la cultura empresarial es, en sí misma, crítica para impulsar estrategias de atención y fidelización exitosas. Pero también en procesos de evaluación y control que facilitan el análisis de los datos y la toma de decisiones inteligentes. Operar sobre bases empíricas no funciona. La solución pasa por disponer de la información adecuada con la que diseñar un plan estratégico de crecimiento. Definir objetivos y trazar un plan de trabajo, en el que se incluya la planificación y el análisis de resultados.
2. Demasiados cuellos de botella. Eliminar los “cuellos de botella” en producción, en comercial o en finanzas permitirá impulsar, primero, la eficiencia. Y, segundo, la rentabilidad del negocio. Ambas cualidades son críticas para hacer que la empresa crezca. Si bien hay áreas claramente estratégicas, hay otros entornos que, aunque no generen beneficios, también pueden acabar lastrando la gestión empresarial. El área administrativa es un claro ejemplo de ello. Contar con una administración operativa y dinámica, proporciona información en tiempo y forma para facilitar la toma de decisiones. También transmite una imagen coherente y moderna del negocio con respuestas precisas y rápidas, respecto a presupuestos, facturación, estado de situación de un pedido…
3. Capacidad financiera comprometida. Los negocios escalan en función de su capacidad financiera. Una capacidad que debe entenderse con la mirada puesta en el largo plazo. Si una empresa vende mucho, pero no tiene bien dimensionada su capacidad financiera, acabará fracasando por no poder asumir los costes asociados a ese incremento de las ventas. Apostar por una gestión eficiente de la tesorería puede ser la clave. También ayudará equilibrar los procesos de cobro y pago. Y disponer de la información adecuada para analizar las fuentes de financiación disponibles. Por supuesto, también las más ventajosas para el negocio en cada momento. Asociado al tema financiero, los expertos de Datisa incluyen, además de la capacidad financiera, la necesidad de planificar con anticipación la disponibilidad del capital necesario para poner en marcha el negocio. Y, para impulsar su crecimiento en función del Plan de Desarrollo que ha debido diseñarse con antelación. Definir los resultados financieros que se espera y contar con un plan financiero realista evitará también que el crecimiento se estanque.
Isabel Pomar, CEO de Datisa, asegura que “una pyme debe estar siempre atenta a cualquier oportunidad de crecimiento. En realidad, todas las empresas deben practicar esta cultura de la observación y el aprovechamiento. Sin embargo, en el entorno pyme es un gran reto a superar, bien por la falta de tiempo, bien por la falta de recursos o bien por la falta de información disponible. La tecnología puede ayudar a resolver estas carencias en el ecosistema pyme. Y pone en mejor situación al negocio para optimizar sus procesos, mejorar su productividad y derribar las barreras de comunicación”.
En definitiva, además de procesos más optimizados, mayor productividad o impulso del trabajo colaborativo, la tecnología contribuye al crecimiento de las pymes:
• Mejorando la competitividad en el mercado.
• Facilitando las ventas, pero también la gestión de la empresa.
• Asegurando la toma de decisiones sustentada en datos fiables y en tiempo real.