La marca CrêpOlé presenta su innovador concepto de restauración, un modelo de negocio que ha conseguido adaptar la gastronomía tradicional a las nuevas tendencias. Se trata de una alternativa sana, ligera y original, fruto de una importante inversión en I+D, que ha dado lugar a un formato exclusivo, cuya elaboración cuenta con la supervisión permanente del chef y nutricionista de la empresa, para garantizar la calidad y los valores alimenticios de cada uno de los productos que integran su propuesta. Ahora, inicia su expansión en franquicia, con el respaldo de un punto de venta operativo en Madrid.
La firma ha logrado configurar una amplia carta formada por una cuidada selección de delicatessen, pero si hay algo que distingue a la enseña son sus CrêpOlés dulces y salados patentados por la compañía, solamente disponibles en sus tiendas. Elaborados con materia prima de primera calidad, y con un aporte calórico medio de 150 kilocalorías, también destacan por su novedoso diseño, cómodo y fácil de llevar, para degustar en cualquier momento.
Cubiertos por una suave y deliciosa masa, entre los CrêpOlé salados destacan los rellenos de jamón serrano con queso Brie, risotto de setas con queso parmesano, pollo al curry, carne asada estilo bbq o el salmón ahumado de Alaska. De los dulces el de manzana asada y el 100% cacao.
La propuesta de la cadena incluye además una amplia variedad de frappes, smoothies, dulces artesanos, yogures helados, cafés y tés, así como ensaladas o bebidas de temporada, tales como granizados, batidos, horchata, chocolate a la taza…
En estos momentos, la enseña inicia su expansión nacional a través del sistema de franquicias, mediante el que espera situarse en las principales ciudades españolas, con una red de cuatro establecimientos a lo largo del próximo ejercicio.
La inversión necesaria para poner en funcionamiento una franquicia de la marca parte de 50.000 euros, para locales con un mínimo de 30 metros cuadrados, ubicados en poblaciones con más de 50.000 habitantes.