Según refleja un informe elaborado por el Observatorio Sectorial DBK de INFORMA (filial de CESCE), especializada en el suministro de información comercial, financiera, sectorial y de marketing en España y Portugal, el número total de usuarios de servicios asistenciales a domicilio alcanzó la cifra de 1.531.000 a finales de 2019, un 4,5% más respecto al número contabilizado un año antes. El 66% de los usuarios correspondían al ámbito de la teleasistencia (1.011.0000 usuarios), mientras que el 34% (520.000) eran usuarios de servicios de ayuda a domicilio.
De este modo, tras 10 años de crecimiento ininterrumpido, el número de usuarios se ha elevado desde los poco más de 900.000 que se contabilizaban a finales de 2009 hasta los más de 1,5 millones citados, en un marco de gradual envejecimiento de la población y de aumento de la contratación pública, en el ámbito de la asistencia a mayores y personas dependientes.
En este contexto, los ingresos generados por las entidades que prestan servicios de ayuda a domicilio y teleasistencia se situaron en 1.710 millones de euros al cierre de 2019, lo que supuso un 6,9% más que la cifra registrada en el ejercicio anterior, en el que había aumentado un 8,8%.
El segmento de ayuda a domicilio generó unos ingresos de 1.570 millones de euros, lo que supuso el 92% del total. El 8% restante correspondió a la teleasistencia, que contabilizó 140 millones.
La actividad sectorial se está viendo frenada en 2020 por los efectos de la pandemia Covid-19, que ha provocado una alta mortalidad entre las personas mayores y la cancelación de determinados servicios ante el miedo al contagio. El fuerte deterioro de la coyuntura económica, y la mayor disponibilidad de cuidadores familiares como consecuencia de situaciones de desempleo o ERTE, están contribuyendo al empeoramiento de la actividad en el sector, lo que previsiblemente motivará un moderado retroceso de los ingresos al cierre del año.
La estructura empresarial del sector se caracteriza por la participación de un amplio número de operadores de pequeña dimensión, cuya actividad se limita generalmente a la prestación de servicios vinculados a una sola Administración pública.
No obstante, en las primeras posiciones del mercado se sitúan varios grupos empresariales. En 2019 los cinco primeros operadores reunieron una cuota de mercado conjunta del 49% del valor total de los servicios prestados, participación que se situó en el 60% en el caso de los 10 primeros.