Según refleja un informe elaborado por el Observatorio Sectorial DBK de INFORMA (filial de CESCE), especializada en el suministro de información comercial, financiera, sectorial y de marketing en España y Portugal, el valor del mercado de formación a distancia experimentó un crecimiento del 12,7% en 2020, hasta cifrarse en 1.770 millones de euros al cierre del ejercicio.
Las medidas de distanciamiento social y restricciones a la movilidad tomadas para hacer frente a la crisis sanitaria de la covid-19 incentivaron la contratación de programas de formación no presencial frente a programas presenciales.
En función del tipo de operador, el grupo de universidades privadas reconocidas por ley, junto con la UNED y las escuelas de negocios obtuvieron unos ingresos conjuntos de 860 millones de euros, lo que supuso un 13,2% más que en el ejercicio anterior. Dentro de este grupo, las universidades privadas no presenciales lideraron el crecimiento (+16%), con una cifra de 365 millones.
La participación de los ingresos por formación a distancia generados por universidades privadas y escuelas de negocios sobre el conjunto de los ingresos por formación (presencial y a distancia) de este tipo de entidades muestra una evolución al alza, llegando a representar el 24,5% en 2020, porcentaje que se situó en unos ocho puntos porcentuales más que en 2014.
El grupo de otras empresas con actividad de formación a distancia también vio impulsado su negocio por el fuerte crecimiento de la demanda, contabilizando un aumento de los ingresos del 12,3%, hasta los 910 millones de euros.
Previsión de seguir creciendo
En los próximos años el negocio mantendrá la tendencia positiva, en paralelo a la creciente orientación de la demanda hacia las modalidades no presenciales o semipresenciales y al refuerzo continuado de la oferta.
El potencial de crecimiento de la demanda continuará incentivando la entrada de inversores al sector, que dotarán a las entidades de una mayor capacidad para su desarrollo y expansión.
La oferta de formación a distancia experimentó en 2020 un fuerte impulso derivado de la incorporación de numerosas entidades de formación presencial amenazadas por la caída de su demanda tradicional ante el impacto de la covid-19. A pesar de ello, el sector presenta cierta concentración en torno a las principales entidades, de manera que las cinco primeras reunieron en 2020 cerca del 33% del valor total del mercado.