La llegada de la pandemia ha provocado que muchos de los sectores esenciales en la economía del país detengan su actividad. Algunos colectivos vulnerables se han visto en una situación de falta de ingresos para enfrentarse a los gastos familiares. Más de 3 millones de trabajadores en España están sufriendo esta situación teniendo el ERTE como la única ayuda para subsistir. Una drástica solución a los contagios masivos ha sido confinarse en casa pero esta solución tiene una parte negativa: la paralización de la economía y por ende, una crisis.
Cómo se aplicaría un ERTE
Para paliar esta falta de ingresos se han aprobado varios decretos. Sin embargo, aún quedan muchas dudas acerca de las nuevas normativas que regulan el empleo de forma temporal. Una de las preguntas que se hacen los 3 millones de autónomos que existen actualmente es la duración de la prestación que se hacen a los autónomos y la exoneración del pago de la cuota. Aunque la desescalada ya ha comenzado, el estado de alarma ha sufrido una nueva prorroga y aún hay autónomos que aún no han podido comenzar su actividad económica. El Real Decreto-ley 19/2020 establece que se prorrogarán las obligaciones tributarias hasta 3 o 4 meses.
En un principio, el Real Decreto-ley 18/2020 establecía que el ERTE se aplicaría hasta que el estado de alarma finalice. No obstante, dadas las circunstancias económicas esta se prorroga hasta el 30 de junio indiferentemente de si el estado de alarma finalice o no. Sin embargo, esto se aplica con dos condiciones. Las condiciones son que el negocio aún no haya reanudado la actividad o que aunque hayan reanudado su actividad, incorporen la actividad de los empleados (incluso con una reducción de jornada). El paro se seguirá cobrando de la misma forma y sin cotización mínima.
La incorporación después de un ERTE
Con el fin de estimular la incorporación de forma progresiva de los empleados al puesto de trabajo se han realizado algunas modificaciones relacionadas con el pago de las cuotas de los autónomos y podemos observar dos casos. El primer caso es el de las empresas que aún sigan con el ERTE. En este caso se siguen exonerando a los autónomos de las cuotas (las que tengan menos de 50 empleados no pagarán y las demás pagarán 50%). Los negocios que tienen ERTE parcial pagarán 15% en mayo y 20% en junio sobre los empelados que se reincorporen.
En el caso de que estos empleados aún no se incorporen al puesto de trabajo y sigan desempleados la cuota que deberán pagar los autónomos subirá a un 40% o 50%. Si se trata de empresas que tienen en situación de ERTE parcial a más de 50 trabajadores abonarán un 40% en mayo cuando se reincorporen, después, en junio un 55% sobre los que se reincorporen. Las empresas que sigan teniendo trabajadores en situación de ERTE, tendrán una cuota de 55% y 70%. Se está planteando continuar con el ERTE hasta el 30 de junio si el cese de la actividad económica ha sido a causa de la pandemia.
