La fabricación de patatas fritas de bolsa es un proceso que combina tradición y tecnología, donde cada etapa es esencial para garantizar la calidad y el sabor que los consumidores esperan. Productos Monti, una empresa con más de medio siglo de experiencia, ha perfeccionado este arte a lo largo de los años, asegurando que cada bolsa de sus patatas fritas mantenga el estándar de excelencia que los caracteriza.
El proceso comienza con la cuidadosa selección de las patatas, un paso crucial para garantizar un producto final de alta calidad. Productos Monti colabora con agricultores locales para asegurarse de que solo las mejores patatas lleguen a sus instalaciones. La variedad seleccionada debe tener el equilibrio adecuado entre almidón y agua, factores determinantes para lograr la textura crujiente y el sabor característico.
Una vez seleccionadas, las patatas pasan por un proceso de lavado que elimina cualquier impureza. Luego, se pelan de manera automática, garantizando que la piel se elimine uniformemente sin dañar la pulpa. A continuación, las patatas se rebanan en finas láminas con un espesor exacto, lo cual es fundamental para asegurar una fritura uniforme y una textura consistente en cada bolsa.
Las láminas de patata se fríen en aceite a una temperatura controlada. Productos Monti utiliza aceites de alta calidad que son renovados regularmente para mantener la frescura y evitar la oxidación. El control de la temperatura durante la fritura es clave para conseguir el dorado perfecto y la textura crujiente que distingue a las patatas fritas de la marca.
Finalmente, las patatas fritas se salan y, en algunos casos, se les añaden otros condimentos para darles un sabor particular. Todo este proceso se realiza bajo estrictas normas de calidad para asegurar que el producto final cumpla con las expectativas de los consumidores. Así, cada bolsa de patatas fritas de Productos Monti refleja un compromiso con la calidad y la tradición en cada bocado.
