Madrid y Barcelona han acogido recientemente sendos encuentros sobre movilidad y Brexit, organizados por la firma consultora KPMG, en colaboración con la Cámara Británica en España, Gil Stauffer y otras empresas relacionadas.
Ambas jornadas, que se desarrollaron con el título “¿Cómo puede afectar el desplazamiento de trabajadores entre Reino Unido y la Unión Europea?”, estuvieron llenas de un interesante contenido, en el que se puso de manifiesto la dificultad de responder a tanto interrogante. Al parecer, hasta la fecha, está todo sin determinar y pendiente mayoritariamente de la situación política en Reino Unido, para definir la situación y llevar a cabo los procesos necesarios que afectan a todos los órdenes de la vida.
Antonio Hernández, Socio Responsable de internacionalización y Brexit en KPMG, Chistopher Dottie, Presidente de la British Chamber of Commerce, y Tim Hemmings, en calidad de Ministro Consejero de la Embajada Británica en España, expresaron su preocupación por esa gran incertidumbre que rodea al asunto del Brexit y cómo puede a afectar a los ciudadanos.
Respecto a la movilidad de trabajadores, Raquel Amo, como Managing Director de Gil Stauffer, destacó que “el impacto inmediato que el Brexit,tiene en nuestra empresa son las demoras en el tránsito aéreo, por carretera a través del Eurotunel ( Coquelles-Folkestone) y por mar desde los puertos de Santander y Bilbao hasta Plymouth o Portsmouth. Hay que tener en cuenta que más de cuatro millones de camiones se movieron entre Europa y Reino Unido solo en 2018. Dentro de Reino Unido también está habiendo demoras con los permisos de aparcamiento que normalmente se otorgan de 4 a 5 días y que actualmente están llevando más de 10. Esto hace que los clientes que quieran transportar sus enseres personales tengan que tener en cuenta que los tiempos se pueden alargar, como mínimo una semana más de lo establecido. Por otro lado, la representación fiscal en Europa Continental ya no será posible para los bienes de Reino Unido, por lo que se tendrá que abrir un procedimiento de tránsito dependiendo del tipo de acuerdo entre Bruselas y Londres y esto incrementará aún más las demoras. Principalmente, nos enfrentamos a una falta de infraestructuras aduaneras que puedan gestionar el Brexit en los puertos de entrada y salida. Y, por otro lado, se calcula que se necesitarán al menos 700 funcionarios que ayuden a gestionar la fluidez del tráfico. Gil Stauffer está ofreciendo, como siempre, su apoyo a las autoridades para que entre todos podamos encontrar soluciones que ayuden a paliar la situación y tanto nuestros trabajadores como nuestros clientes no sufran están complicaciones a la hora de cruzar ambos territorios».
Así, el análisis del gran interrogante del Brexit mostró los diferentes escenarios que se pueden producir tras las elecciones de Reino Unido el 12 de diciembre próximo, así como los impactos que pueden producirse sobre las empresas españolas, especialmente en el ámbito de la movilidad de personas y los planes de contingencia, ya que aún no puede descartarse una posible salida sin acuerdo a finales de enero o diciembre de 2020.