Según se desprende de un informe elaborado por el portal quefranquicia.com, perteneciente a la consultora de franquicias Barbadillo y Asociados, el volumen de gasto de arrendamiento de locales comerciales destinados a franquicias ha alcanzado los 69.200 millones de euros, lo que supone un incremento del 2,3% respecto a los 67.600 millones de euros registrados en el primer semestre del año anterior.
En el estudio también se refleja que la recuperación económica comienza a sentirse, especialmente en algunos sectores como el de la moda y la restauración, con significativos aumentos en el número de sus franquicias. Sin embargo, el establecimiento tipo de ambos sectores, al igual que el de la mayoría de segmentos de actividad que integran el sistema de franquicias, ha reducido el número de metros cuadrados. En este sentido, la superficie media de un establecimiento franquiciado se encuentra hoy en día en los 80 metros cuadrados.
A esta menor dimensión de los locales se suma una rebaja en el coste medio del alquiler, situándose actualmente en los 37,5 euros/m2, aunque dependiendo de qué zonas puede llegar a bajar incluso hasta los 30 euros/m2. “Si bien es cierto que las zonas más demandadas continúan siendo las que registran una mayor afluencia de público, así como los grandes centros comerciales, uno de los sectores que más ha crecido durante los últimos siete años ha sido el de los servicios donde, en la mayoría de los casos, el local pasa a ser un aspecto más secundario”, afirma Jaime Beltrán Ripa, Consultor y Responsable de Expansión de Barbadillo y Asociados.
A su vez, las marcas franquiciadoras han adaptado sus modelos de negocio para alinearlos no solo a una demanda con un menor poder adquisitivo, sino también a un franquiciado con una capacidad de inversión más reducida. “Las centrales han buscado la forma de desarrollar establecimientos igualmente atractivos, pero a un coste mucho menor, descendiendo el coste medio de acondicionamiento hasta los 200 euros/m2”, asegura Beltrán Ripa.
Por último, el informe señala que las zonas más comerciales de Madrid, Barcelona, Bilbao, Valencia y Sevilla, así como la costa de Levante y Andalucía, son las que mayor actividad inmobiliaria han registrado.