A pesar de que, como apuntan informes recientemente publicados, España es el país europeo que mayor proporción de ahorro de costes ha experimentado en sus implementaciones cloud, lo cierto es que algunas pymes que operan en nuestro país siguen mostrándose reticentes al cambio. Es evidente que la tendencia apunta hacia ese cambio, y los resultados lo confirman. Sin embargo, la velocidad de crucero es todavía lenta, si se tiene en cuenta que el cloud se puso de moda hace más de ocho años.
Tal y como explica Isabel Pomar, Directora Comercial y de Marketing de Datisa, “no es que este tipo de organizaciones desconozca las muchas ventajas que aporta la nube, es sencillamente que el cambio les genera un grado de incertidumbre y desconfianza”.
Los motivos, según apunta la responsable del fabricante español de soluciones ERP para pymes, que podrían motivar esa susceptibilidad, están fundamentalmente relacionados con la posibilidad de descubrir costes ocultos, una vez firmado el contrato con el proveedor del servicio y, en segundo lugar, con la posibilidad de no disponer en un momento dado de toda la información que necesiten.
Por tanto, los aspectos económicos y de confianza siguen siendo los principales frenos a la hora de que algunas pymes tomen la decisión de subir a la nube aplicaciones, infraestructuras, soluciones, etc. A estos dos elementos, que la responsable de Datisa califica como tradicionales y de sobra conocidos, se suma además otro hecho a su juicio destacable y es que, en muchas pequeñas y medianas empresas, la función de gestión de la tecnología, recae sobre la figura del director general de la firma. Y este hecho genera una serie de inconvenientes, que hace que todos los procesos de cambio se ralenticen un poco más de lo normal.
En todo caso, Isabel Pomar concluye insistiendo en que el cloud computing acabará convirtiéndose en el eje sobre el que pivotará toda la complejidad tecnológica de las pymes, que hoy por hoy es el sistema más seguro y que la transparencia en los acuerdos contractuales y la definición de objetivos claros y concretos terminará por dispersar la desconfianza que aún hoy muestran algunas pequeñas y medianas empresas hacia la nube.