Las pequeñas y medianas empresas tienen que poner en valor la importancia de disponer de la tecnología adecuada para abordar, en las mejores condiciones posibles, la actividad que desarrollan.
Y es que realizar a mano un mapa de trazabilidad o apoyarse en hojas de cálculo para llevar la contabilidad o el inventariado o los cuadros de amortizaciones, pudiendo ser útiles de forma transitoria, no representan el mejor modelo de trabajo, ni conforman las herramientas más apropiadas para apoyar la gestión de una empresa, bajo los parámetros de eficiencia y rentabilidad óptimos. Así lo aseguran los expertos de la compañía DATISA, que apuntan la necesidad de que las pequeñas y medianas empresas examinen con urgencia el estado de su situación tecnológica. Según la firma española de ERP, las pymes deben modernizarse en el uso de la tecnología aplicada a la gestión de sus procesos.
Aunque sigue siendo un argumento recurrente, a pesar de que muchas organizaciones operan con infraestructuras, sistemas e incluso con versiones de programas muy desactualizados, la falta de presupuesto acaba ganando la partida a la evolución tecnológica en este tipo de organizaciones.
A pesar de que la mayoría de los responsables de las pymes son conscientes de la necesidad que tienen de modernizar los procesos de su compañía, no se acaba de dar el paso siguiente que logre afianzar la tecnología como parte indispensable de los procesos de gestión empresarial. Por eso, el siguiente paso sería el de la concienciación, el de la interiorización del valor que aporta la tecnología para mejorar los ratios de competitividad y productividad, porque, lamentablemente, ese plus todavía no se ha logrado en el entorno empresarial español, en el que las TIC se siguen viendo más como una complicación que como un aliado.
Tal y como concluye Isabel Pomar, directora comercial de DATISA, «es evidente que generalizar implica un importante margen de error, pero lo cierto es que las pymes españolas suspenden en lo que a nivel tecnológico se refiere. Una pena, sin duda, ya que todos los agentes implicados en el proceso de desarrollo y comercialización tecnológica están haciendo un esfuerzo ímprobo, para que estas empresas se suban de manera definitiva al tren de las TIC”.