La Asociación Española de la Franquicia (AEF) ha cambiado su anterior denominación de Asociación Española de Franquiciadores, y ha modificado sus estatutos, con un objetivo claro: dar cabida en la Asociación a la otra parte fundamental de la franquicia, como son los franquiciados, cuya voz, junto con la de los franquiciadores, ya se puede escuchar en la AEF.
Efectivamente, en el Artículo 18 de los estatutos de la AEF han quedado recogidos los requisitos para el ingreso de franquiciados: “Para ser miembro franquiciado de la Asociación, el candidato deberá ser un franquiciado de un franquiciador que, a su vez, sea miembro de la Asociación”. Además, se añade que “el miembro franquiciado deberá en todo momento estar al corriente de sus obligaciones con respecto al franquiciador y cumplir con los principios rectores de la Asociación”.
Asimismo, en estos estatutos se recogen los derechos y deberes de los asociados, que, en el caso de los franquiciados, “tendrán derecho a asistir a la Asamblea General, con voz, pero sin voto, así como a elegir a sus representantes en el Comité Directivo de la Asociación”.
En palabras de Luisa Masuet, Presidenta de la Asociación Española de la Franquicia: “En la representatividad que tenemos como interlocutores de la franquicia, faltaba integrar la voz de los franquiciados, ya que son parte imprescindible de este sistema de comercio, puesto que sin ellos no sería posible la existencia de esta fórmula empresarial. Sin duda, sus puntos de vista y sus experiencias serán escuchados y tenidos en cuenta en la Asociación”.
Por su parte, Eduardo Abadía, Director Ejecutivo de la AEF, asegura que “hemos dado un paso muy importante para el sistema de franquicias en general, al integrar a los franquiciados en el seno de la Asociación, para así poder escuchar su voz. Eso nos ha obligado a cambiar nuestro nombre y nuestros estatutos, pero ahora ya sí que podemos decir que representamos a todo el conjunto de la franquicia española”.