Ante la crisis sanitaria provocada por el coronavirus, la cadena de moda Mango ha iniciado la monitorización de las medidas preventivas implementadas por sus proveedores en sus centros productivos de todo el mundo. El objetivo es verificar que se aplican todas las medidas de seguridad necesarias para la protección de la salud de sus trabajadores.
La enseña, a través de la plataforma digital Inspectorio, está recopilando y analizando los datos obtenidos mediante auditorías basadas en protocolos de ONGs internacionales, con el fin de detectar posibles carencias y así poder aconsejar de manera proactiva las acciones correctivas oportunas, que deben aplicarse para prevenir y proteger a los trabajadores de sus centros productivos.
Como parte de su proceso de transformación digital, la cadena franquiciadora implementó Inspectorio en 2019 como herramienta de análisis de la calidad de sus producciones, lo que le permite la promoción e implementación de planes de mejora futuras y la evaluación del desempeño de sus proveedores.
La empresa nació en 1984 y a día de hoy es uno de los principales grupos de moda del mundo. Con origen y sede central en Barcelona y una plantilla de alrededor de 15.000 empleados, dispone de una extensa red de 803.000 metros cuadrados en más de 110 países.
Desde su Centro de Diseño “El Hangar” en Palau-solità i Plegamans se diseñan cada año más de 18.000 prendas y accesorios, acordes a las tendencias de la temporada. La compañía cerró 2019 con unas ventas de 2.374 millones de euros.