Nexian. Si alguna vez ha sentido que siempre se van los mejores de su empresa, ha llegado el momento de realizar un análisis sobre cuál puede ser la causa de este abandono, puesto que el hecho de que se vayan los mejores puede significar que se queden los peores. Y esto, “evidentemente, es el principio del fin de una empresa”, afirma David Monge, Director General de la compañía de recursos humanos Nexian (http://nexian.es/).
En opinión de este experto, “siempre hay un índice razonable de abandono que varía en función de la empresa y/o su sector”. Pero por encima de ciertos índices, deben sonar las alarmas y plantearnos si está ocurriendo algo que escape a nuestro conocimiento y que pueda llevar a la empresa a la pérdida del imprescindible capital humano.
Ante esta situación, desde Nexian, que cuenta con 30 delegaciones repartidas por toda la geografía nacional, se ha elaborado un decálogo con las principales razones por las que un empleado abandona su empresa.
1. Expectativas incumplidas. Puede ocurrir, afirma el directivo de esta enseña, que el empleado sea poco realista en sus expectativas. Sin embargo, es función de la compañía presentar un panorama claro y objetivo de cuál será su futuro y qué espera cada parte de la otra. Éste es un aspecto clave para ambas partes pues, según los cálculos de esta empresa, el coste por perder a un buen empleado ronda su salario anual.
2. Desajuste entre el profesional y el puesto. En el mercado laboral español es frecuente contratar profesionales con capacidades por encima de las necesidades del puesto. Este hecho, afirma Monge, genera que el 80% de los empleados piensen que no utilizan sus capacidades a diario, lo que se traduce en poco tiempo en frustración o aburrimiento. En el fondo, de esta política de contratación subyace la idea de que es el profesional quien debe adecuarse al puesto, y no al contrario, cuando la verdadera batalla de las empresas está en contratar a los mejores e impulsarles a desarrollar sus capacidades al máximo.
3. Falta de seguimiento y apoyo. El buen empleado necesita saber hacia dónde va la empresa, qué se espera de él, cómo se valora su trabajo… Es tarea del directivo reunirse con cada integrante del equipo para expresarle qué espera la compañía de ellos en un determinado plazo de tiempo, en términos de resultados específicos, realistas y medibles, valorar su desarrollo y fijar nuevas metas a alcanzar.
4. El favoritismo y la falta de meritocracia. “Uno de los peores males de una empresa es no premiar correctamente el esfuerzo y trabajo de un equipo o profesional”. Ésta es una de las cuestiones que más impactan en la reducción de la lealtad hacia la empresa y que más aumentan los niveles de estrés e inseguridad laboral, por lo que es clave manejarlo adecuadamente.
5. Falta de un Plan de Carrera. Lograr la fidelidad de un empleado significa, en buena medida, ofrecerle unas perspectivas de futuro reales y satisfactorias.
6. Sentirse infravalorado. Con frecuencia las empresas pierden empleados por la simple falta de empatía entre las personas, la poca atención al trabajo de un empleado, el desconocimiento del trabajo realizado o la incapacidad para diferenciar entre un rendimiento mediocre o uno extraordinario.
7. La sobrecarga de trabajo. La sobrecarga continuada de trabajo se traduce en gran número de casos en desorganización, estrés, horas extras sin sentido, horarios inflexibles, y en muchos casos conflictos personales que derivan en inseguridad e insatisfacción para los empleados. Está demostrado que una situación de estrés permanente reduce la productividad de los empleados y sus deseos de permanecer en la compañía.
8. Pérdida de confianza en sus superiores. La relación entre la dirección y el empleado son claves. “Es más probable que los buenos empleados permanezcan en la empresa si tienen un jefe al que respetan y que les apoya, que aquellos que sufren la falta de confianza de un superior, su falta de contacto con la realidad del día a día, su interés personal, su mala gestión o comunicación o su falta de consideración y aprecio”.
9. Difícil relación con sus superiores. Los conflictos con un jefe inmediato o con determinados compañeros, y la falta de opciones para sortear este problema, es también una de las razones más frecuentes para desear abandonar una empresa.
10. Falta de compensaciones justas. Y, no estamos sólo hablando de retribuciones económicas, hablamos también de intangibles, como son la formación, la oportunidad de aprender, crecer y conseguir metas, de poder compaginar adecuadamente la vida familiar con la laboral…
En opinión de la compañía, los motivos para impulsar a un buen profesional a buscar nuevos horizontes son muchos, pero todos son fácilmente identificables y tienen solución.
Por este motivo, la compañía recomienda ante cada salida de un empleado, invitarle a mantener una conversación sincera en la que profundizar sobre las causas de su abandono, para poder iniciar un proceso de reconstrucción de la política de Recursos Humanos.