Convertir el Departamento de Recursos Humanos en una fuente de valor añadido es el principal objetivo de externalizar funciones para que este departamento pueda centrar sus esfuerzos en contribuir en la estrategia del negocio y reducir sus costes hasta en un 40%.
En este sentido, la gestión y el pago de las nóminas es uno de los principales caballos de batalla de los departamentos de RRHH, pues supone mucho tiempo y recursos. Para una organización que se plantea su externalización, lo principal de este traspaso de funciones tiene que ser contar con un proveedor externo que le garantice la máxima profesionalidad. Según explica Carme Castro, Socia de la empresa Kainova, especializada en la gestión y el desarrollo de las personas en las organizaciones, «hay que exigir el nivel de calidad y proactividad para delegar en el proveedor, y el proveedor tiene que ver a su cliente, no como un cliente, sino como que parte de su equipo”.
¿Ventaja o dolor de cabeza?
Es la pregunta que se hacen muchas empresas cuando se plantean externalizar la gestión de las nóminas de la organización. Saber responder a ésta y a otras cuestiones es básico para acometer un cambio tan importante. Lo primero que deben saber, asegura Carme Castro, es que “el outsourcing en esta área puede comportar una importante reducción de costes y grandes ventajas, pero todo pasa por elegir el proveedor adecuado”. Las claves para hacerlo es que cuente con un sistema de calidad, control y monitorización de las tareas, transparencia en la información, que su tiempo de respuesta sea el adecuado a la necesidad del negocio y que se involucre en entender las necesidades del cliente, es decir, tiene que aportar valor añadido.
Teniendo en cuenta estos elementos, la externalización permite al personal de RRHH incrementar el tiempo a impulsar los proyectos que apoyen la estrategia, las necesidades de futuro y las políticas de gestión. En definitiva, focaliza su potencial en el negocio, del que son los máximos expertos y, en consecuencia, se incrementan los beneficios. Pero al dejar estas funciones en manos de profesionales externos “hay que exigir proactividad para, por ejemplo, conocer los cambios que se producen en la legislación laboral y el impacto de estos en el convenio del cliente, asesorarles antes de que sucedan”, concluye Carme Castro.