El próximo 1 de febrero de 2016 es la fecha límite para que las pymes estén adaptadas a la normativa SEPA, sin posibilidad de que ese plazo se amplíe. Una normativa que intenta crear una serie de instrumentos de cobro y de pago comunes en todas las empresas europeas. Sin embargo, y según datos de la compañía TBS (www.tbsonline.es), el 80% de las pymes españolas no cumplen en su totalidad con dichas normas. El motivo es que no disponen del documento Mandato debidamente firmado: un documento que recoge todos los datos del servicio o del producto contratado, así como los datos bancarios de los clientes de la compañía y que debe estar debidamente firmado por el propio cliente. La no adaptación a esta nueva normativa puede traer graves consecuencias económicas a dichas pymes.
En este sentido, se calcula que las pérdidas por no disponer de ese documento firmado legalmente pueden ser muy altas. Así, se estima que las compañías españolas podrían perder hasta un 40% de sus ingresos anuales. La causa es porque los clientes, si se percatan de que la empresa no les ha hecho llegar el documento Mandato para que lo firmen de un modo legal, podrían devolver todos los recibos emitidos en los últimos 13 meses. “Estamos hablando de algo muy serio. Si bien muchos de los usuarios pueden desconocer hasta el momento que pueden retornar los recibos, es cuestión de tiempo que se percaten. Encontrar información es muy fácil hoy en día”, apuntan desde la compañía especializada en soluciones de negocio para la automatización de procesos financieros.
Puesto que el plazo para adaptarse a esta normativa, que fue aprobada hace ahora casi dos años, y disponer del Mandato finaliza el primer día del mes que viene, las pymes que no lo hayan hecho tienen mucho que perder en cuanto a sus ingresos se refiere, por lo que es imprescindible que dispongan de este documento en el plazo que aún queda para poder cumplir con la normativa europea SEPA.
