El ERP debe estar siempre en el centro de los procesos core de una pyme. Debe facilitar la disponibilidad y actualización permanente de la información, transformar un presupuesto en una factura con un solo clic y convertir la información sobre cobros y pagos en un asiento contable con la misma sencillez. Es vital para responder al vertiginoso ritmo que impone la era digital, enviar automáticamente las facturas al cliente y facilitar su seguimiento. Mejora la velocidad de respuesta e impacta en positivo sobre la satisfacción del cliente.
En este sentido, y tal y como explica Pablo Couso, Director Comercial de Datisa, uno de los principales desarrolladores de software de gestión empresarial para pymes en España, “integrar todas las etapas de la venta en una misma solución proporciona a las pymes beneficios operativos y estratégicos”.
La generación de informes precisos ayuda a evaluar la situación -económica y comercial- del negocio y a tomar decisiones inteligentes. Estos informes proporcionan una visión completa y en tiempo real, por ejemplo, sobre el valor -flujo de caja, ingresos…- o sobre el volumen -acuerdos comerciales, ventas realizadas…-.
Sin embargo, las pymes muchas veces se “conforman” con soluciones baratas o poco flexibles. Herramientas que no cubren las áreas críticas del negocio y que presentan funcionalidades muy limitadas. Incluso, operan con soluciones desconectadas que ralentizan el flujo de información, generan errores y provocan la desconfianza de los usuarios, lo que desemboca en un efecto en la relación con el cliente, totalmente contrario al esperado. A pesar de sus condicionantes en cuanto a seguridad, fiabilidad o colaboración, muchas pymes acaban apoyándose en un Excel para completar procesos que deberían cubrir con un ERP.
“Es importante ajustar la oferta o el modelo de explotación comercial a las expectativas del entorno pyme. Por muy útil que sea un ERP para una pyme si no hacemos que económicamente sea accesible, seguirá operando con herramientas inadecuadas, inconexas y, muchas veces, inútiles”, aclara Pablo Couso.
En este sentido, el imperativo de la optimización de los costes se convierte en un “must” para las pymes y, tanto la nube como los modelos de explotación de pago por uso, SaaS…, facilitan el acceso de este tipo de organizaciones a soluciones de última generación. Potentes, flexibles, escalables y, ajustadas a nivel económico. Soluciones que, además de reportar el beneficio operativo y estratégico que se les demanda, basan gran parte de su éxito en la optimización de costes que reportan a las organizaciones que las utilizan.