Fainders New Zealand (www.faindersnz.com) se convierte en la primera pyme ubicada en Nueva Zelanda, con un equipo profesional 100% español. Ayudar y asesorar a españoles que quieran vivir, trabajar o estudiar en las Antípodas es la principal misión de este innovador proyecto. Según explica la CEO y fundadora de Fainders, la emprendedora gallega Noa Veiga, “Nueva Zelanda ofrece oportunidades a los españoles que buscan formarse, trabajar o vivir una aventura; nosotros somos el puente”.
El proyecto emprendedor, que cuenta con un equipo distribuido entre diversas ciudades de Nueva Zelanda, España y Portugal, ya ha ayudado a 70 personas a desplazarse al “país de la nube blanca” y ha despertado el interés de más de 600 españoles que quieren ir a las Antípodas a estudiar o a trabajar. En este sentido, esta pyme se encarga de facilitar el aterrizaje a todos aquellos que toman la decisión de probar suerte, literalmente, al otro lado del mundo, es decir, ayuda, asesoramiento y acompañamiento permanente para garantizar con éxito el objetivo formativo o profesional de cada cliente.
Incluso, cada vez son más los que deciden dar este paso. “El hecho de que Nueva Zelanda esté en las Antípodas es visto para muchos españoles como una oportunidad para volver a empezar o para redescubrirse”, explica Noa Veiga. A eso hay que añadirle la belleza natural del país, «pero lo que más atrae a los extranjeros es la calidad de vida de Nueva Zelanda, así como la posibilidad de aprender inglés y de trabajar». Y es que en Nueva Zelanda hay trabajo, es un país con tan sólo un 5,4% de paro. Ahora bien, para poder acceder a puestos de trabajo cualificados es necesario desenvolverse perfectamente en inglés. Por eso, muchos optan por viajar a este país con un visado de estudiante que, además de servir para mejorar el idioma, permite trabajar 20 horas semanales.
Una de las novedades que ofrece la empresa, y que llama la atención, es que su servicio de asesoramiento es completamente gratuito para todas las personas interesadas. Actualmente, esta pyme representa a más de 20 instituciones educativas en Nueva Zelanda y se financia a través de la remuneración que recibe de las mismas.